El esperado regreso de Pietro Fittipaldi a la IndyCar ocurrirá este fin de semana en Texas.
Después de dos años y medio alejado de la categoría, el brasileño reaparece con su inscripción en el auto No. 51 de Dale Coyne Racing w/Rick Ware, el cual compartirá con Romain Grosjean a lo largo de este año.
Para su presentación, y como antesala a las “500 Millas de Indianápolis”, el nieto de Emerson Fittipaldi se presenta en el óvalo de 1.5 millas, en el que buscará seguir acumulando toda la experiencia posible, pese a que se considera “especialista en óvalos”, dado su historial desde Late Models.
“Aún hay mucho que aprender para mí”, declaró este miércoles. “Competir en monoplazas en un óvalo es muy diferente, en especial ahora con el Aeroscreen. El auto tiene un balance un poco diferente al que yo estaba acostumbrado antes. Siempre es muy difícil acostumbrarse a seguir a los autos, y obtener esa experiencia no sólo en Texas, sino también en Indianápolis”.
“Tú puedes correr vueltas por tu cuenta, correr vueltas rápidas, podrías ser rápido en la calificación, pero sales a la carrera y será difícil adquirir la experiencia de seguir en el tránsito, intentar cronometrar pases y otras cosas”,
“Eso será lo principal, tratar de ganar la mayor experiencia con eso en Texas, luego ejecutar todo lo que esté bajo mi control y obtener el mejor resultado posible”.
Fittipaldi, cuya única experiencia en superpeedways fueron las seis vueltas que recorrió en Pocono en 2018, reconoce que la falta de todo tipo de prácticas, desde las entradas y salidas a pits, hasta la exigencia física de completar dos carreras en dos días, serán parte de las dificultades que los pilotos con poca experiencia afrontarán en esta fecha.
De aquí parte el consejo de Dale Coyne, su jefe y estratega, en el que la paciencia deberá reinar en todo momento, además de que tiene que tomar las cosas paso a paso e ir aprendiendo a hacer los cambios adecuados en la puesta a punto sobre la marcha.
Por ello, considera que la dinámica de una fecha doble puede favorecer a la acumulación de experiencia de un día a otro, rumbo al clásico del Mes de Mayo.
“Creo que para mí es muy importante tener dos buenas carreras ahí para que podamos aprovecharlo en Indianápolis”, afirmó. “Yo diría que es ser paciente en los óvalos, correr en el aire sucio. Creo que en Texas será difícil seguir a los autos y adelantar. Si tienes la configuración correcta, especialmente para aire sucio, hará una gran diferencia”.
“Trabajaremos en eso en la práctica, es una práctica corta, luego pasas directamente a la clasificación, por lo que no hay mucho que puedas hacer. Si sacas el auto del trailer y ya está en un buen lugar, eso será muy importante”.
“Entonces creo que físicamente va a ser muy duro porque son dos carreras, un sábado y otro domingo. Creo que la primera carrera es de 212 vueltas, la carrera del domingo es de 248. Son muy largas y muy físicas”.
“Estoy seguro de que después de una carrera completa, necesitas recuperarte el sábado por la noche para estar listo nuevamente para el domingo porque es una carrera aún más larga y es más de día, por lo que será aún más difícil en el auto”.
Será la primera aparición de Fittipaldi en Texas, óvalo en el que probó el mes pasado para obtener su reaprobación para manejar en este tipo de pistas. También participó en el Open Test en Indianápolis, donde completó 206 vueltas en dos días de actividad.