Los novatos de la Fórmula 1.

570

A los novatos de la F-1, la FIA este año les ha instalado en sus bólidos una luz verde en el alerón trasero, a diferencia de la roja que llevan el resto, para identificarlos. Señal de que todavía no han logrado la superlicencia, como Pietro Fittipaldi, el nietísimo del mítico Emerson, que hace las labores de probador de Haas. Como el brasileño, también luce el pilotito verde Antonio Giovinazzi, por no haber completado el kilometraje mínimo exigido. El italiano es uno de los cuatro debutantes (o semidebutantes) en la F-1 este 2019, junto a los británicos Lando Norris y George Russell, y el tailandés Alex Albon.

Con los cuatro rookies que aportan sangre nueva, unida a la salida de Fernando Alonso (37), se ha rejuvenecido notablemente la parrilla. La media de edad es de 26,6 años, con el abuelo Kimi Räikkönen y sus 39 años (y 17 temporadas) en el extremo de la veteranía, y el quebequés Lance Stroll (20) en el de la juventud. Aunque el piloto de Racing Point no es el más inexperto, con dos temporadas (41 GP) a cuestas. Las parejas más jóvenes son las de McLaren con Carlos Sainz (24) y Lando Norris (20), y Red Bull, con Max Verstappen (21) y Pierre Gasly (23). La más veterana (64), la de Kimi y Giovinazzi.

Kimi Räikkönen es el “abuelo” con 39 años y 17 temporadas.

Pero más que por su edad, el vecino de garaje de Räikkönen en Alfa Romeo es noticia por su nacionalidad. Giovinazzi tiene el honor de ser el primer italiano titular en un equipo de F-1 después de 8 años de ausencia transalpina. Desde el 2011, cuando se retiraron Jarno Trulli (Lotus) y Vitantonio Liuzzi (HRT), ningún italiano había llegado al gran circo. Se completa así el cuadrado que formaban Ferrari, Monza y los tifosi, iconos de un país con gran tradición en la F-1.

“Estoy orgulloso de ser el primer italiano después de 8 años, pero también siento la responsabilidad por la ilusión que tienen los tifosi. La carrera de Monza será un momento muy especial este año. Estoy muy feliz de disputar mi primera temporada como piloto titular con una marca italiana”, explicaba el piloto de Martina Franca, que está aprovechando el tirón de su figura en las redes sociales con el hashtag #tuttipazzipergiovinazzi, es decir, todos locos por Giovinazzi.

El chico, que está progresando a gran velocidad en los tests de pretemporada en paralelo al Alfa Romeo, sorprendente por consistente, no es propiamente un novato ya que había disputado dos carreras (Australia y China 2017) en sustitución de Pascal Wehrlein en Sauber. En otros 15 grandes premios había sido tercer piloto de Haas y Sauber/Alfa Romeo en el 2017-18.

Pero si el italiano era uno de los protegidos de la Ferrari Drivers Academy y piloto reserva, en los últimos dos años se le ha ido pasando el arroz. En la Scuderia le ha dejado atrás el fenómeno Leclerc, y los rivales de generación, más jóvenes, le han alcanzado. Ahí está el trío Russell-Norris-Albon, por este orden, el podio final de la F-2, que ha subido de golpe a la máxima categoría del automovilismo.

El primero, Russell (20), se estrenaba ayer con Williams, tras dos días de retraso de la escudería inglesa con el coche. El británico es considerado uno de los grandes talentos de la nueva generación; no en vano desembarca en la F-1 con un Leclerc bajo el brazo, es decir, los títulos de GP3 y F-2 en años consecutivos, lo que le valió ser tercer piloto de Force India en el 2018.

Por detrás llega su paisano Lando Norris (19), el protegido de McLaren, donde ya fue reserva en 8 GP del curso pasado y estuvo aprendiendo de Alonso. En la segunda jornada de tests calcaba los tiempos de Carlos Sainz.

Y el tercero en discordia de los inexpertos es Alexander Albon (22), un exJunior Team de Red Bull repescado para su filial Toro Rosso tras su gran año en la F-2 (3.º, 4 victorias). El londinense de madre y pasaporte tailandés, criado por españoles, pretende ser algo más que la nota.