
George Russell, de Mercedes, se llevó la victoria en el Gran Premio de Canadá tras cruzar la meta bajo coche de seguridad en el Circuito Gilles Villeneuve, seguido por el Red Bull de Max Verstappen.
El británico dominó la carrera desde la pole position, ejecutando con precisión la estrategia del equipo y resistiendo los ataques del neerlandés para mantener el liderato.
Sin embargo, el resultado quedó en suspenso momentáneamente luego de que Red Bull presentara dos protestas ante los comisarios por maniobras de Russell durante el periodo de coche de seguridad provocado por el incidente entre los McLaren de Piastri y Norris.
“Presentamos dos protestas”, explicó Christian Horner, jefe de Red Bull. “La primera por conducción errática, cuando George frenó de forma muy brusca mirando a Max por los espejos. La segunda, por mantener una distancia mucho mayor a la permitida con respecto al coche de seguridad, al menos tres veces más”.
Horner añadió que no se trata de un asunto personal contra Russell, sino del cumplimiento del reglamento, recordando que en Singapur 2022 Sergio Pérez fue penalizado por infracciones similares.
Tras citar a ambos pilotos y representantes de los equipos, los comisarios finalmente rechazaron las protestas. Según el comunicado de la FIA, “aceptamos la explicación del piloto del auto 63 y consideramos que no condujo de forma errática ni incurrió en conducta antideportiva”.